Medicamentos y conducción

Si bien es muy amplio el listado de medicamentos potencialmente peligrosos para la conducción, y sus efectos pueden variar según la edad, sensibilidad, tolerancia, estado psico-físico, circunstancias de vida, etc., los expertos han realizado listados de diversos de productos especialmente peligrosos y potencialmente peligrosos. Sin agotar en los siguientes cuadros la totalidad de esos medicamentos, resulta interesante comprender que el riesgo de ingerir fármacos y sufrir alteraciones es alto.

Los efectos pueden ser diversos. Entre los más importantes figuran:

a) Somnolencia y otros trastornos del sueño

b) Alteraciones del sentido de la vista

c) Alteraciones del sentido del oído

  • Alteraciones psíquicas
  • Alteraciones del sentido del equilibrio
  • Incoordinación motora
  • Modificaciones del nivel de glucosa en la sangre

Especialmente peligrosos

Analgésicos narcóticos

Antiepilépticos (algunos)

Antihistamínicos sistémicos

Antitusivos asociados al alcohol

Psicoestimulantes

Relajantes musculares centrales

Sedantes-hipnóticosTranquilizante

 

Potencialmente peligrosos

Anorexígenos

Antidepresivos

AntidiabéticosAntiepilépticos

AntiespasmódicosAnticolinérgicos

AntiparquinsonianosAntitusivosOftalmológicos

Hipotensores

Neurolépticos o antipsicóticos

Ansiolíticos

Pero es importante saber que, tanto en el caso del alcohol como en el de las drogas, los primeros efectos psicológicos ya son peligrosos. Por ej. la desinhibición, un aumento de confianza, la caída en los niveles de atención, que no son advertidos por el afectado, motivan en el conductor comportamientos de riesgo (aumento de la velocidad al conducir, sobrepasos audaces, etc).

Algunos ejemplos de los efectos de medicamentos muy consumidos:

Psicofármacos:

Los ansiolíticos, de uso muy generalizado como tranquilizantes o inductores del sueño, en especial las benzodiacepinas, pueden producir estados de confusión, fatiga muscular, disminución de la capacidad de concentración y somnolencia.

Los antipsicóticos o neurolépticos, (ej. tioridacida, haloperidol h.) producen como efecto más común la somnolencia y reacciones extrapiramidales tales como, espasmos musculares, agitación, incoordinación motora, etc.

Los antidepresivos (ej. amitriptilina) y antiepilépticos (ej. fenobarbital) pueden afectar la atención y el estado de alerta.

Algunos antihistamínicos tipo H1 primera generación, (ej. clorfenamina, difenhidramina, clemizol) muy usados para aliviar los síntomas de gripe o resfriados y las alergias, pueden producir somnolencia .

Los antiinflamatorios no esteroideos, muy usados para dolores musculares o reumáticos, los anestésicos y los miorrelajantes pueden afectar, especialmente, el sentido de la vista y la atención y producir somnolencia, y los últimos pueden producir además, disminución del tono muscular y mareos.

Ciertos medicamentos para el corazón, en especial glucósidos cardiotónicos, usados para ciertas crisis cardíacas pueden producir somnolencia, y alterar el estado de conciencia y la visión.

Ciertos anti-hipertensivos, beta-bloqueantes (ej. propanolol, nevibolol), para el tratamiento de la alta presión pueden producir somnolencia y alteraciones psíquicas y del equilibrio.

Algunas medicaciones para la sedación de la tos (ej. codeína), o antidiarreicos, pueden producir alteraciones tales como trastornos de la atención, disminución de los reflejos y otros.

Estos son sólo algunos de los medicamentos que pueden afectar la conducción. La mayoría de ellos se potencia, o sea aumenta su efecto , cuando se bebe alcohol simultáneamente, y muchos interactúan entre sí incrementando sus efectos negativos para la conducción cuando se los ingiere juntos.

De todo lo expuesto se deduce la urgencia de contribuir a la protección de los pacientes con el signo triangular de advertencia, que implicará una señal de alerta para el consumidor y su entorno, e incentivará la consulta al médico.

Fuente: Luchemos por la vida.